La inflación negativa se amortigua en la eurozona y aleja los riesgos de deflación. En marzo, los precios al consumo disminuyeron solo una décima, comporado con las tres de febrero y las seis de enero. De todos modos, es el cuarto mes consecutivo con inflación negativa entre los países de la moneda única.

La principal causa es la bajada de los precios de la energía. Pero también de los bienes industriales en general. Los servicios, así como la alimentación, el alcohol y el tabaco están en positivo pero también lejos del dos por ciento como objetivo del Banco Central Europeo. En países como Grecia, donde sí se ha instalado la deflación, los precios retrocedieron el mes pasado casi un dos por ciento.