Más de 700 víctimas de experimentos realizados en Guatemala durante la década de los años 40 por corporaciones médicas y farmacéuticas de Estados Unidos demandaron a la Universidad Johns Hopkins y a la Fundación Rockefeller por costear estos experimentos, los cuales consistían en inocularles enfermedades venéreas para probar determinados fármacos y vacunas. Las secuelas de aquellos experimentos permanecen en las víctimas directas como en generaciones posteriores. teleSUR