Llevaba meses preparándose para ello. La candidatura de Hillary Clinton era un secreto a voces, porque para la antigua primera dama y exsecretaria de Estado, no habría una forma mejor de celebrar sus 20 años en la primera línea de la política.

“Supongo que es justo decir que algún día os gustaría ver a una mujer como presidenta de los Estados Unidos de América”, decía el pasado marzo.

En este segundo intento de lograr la presidencia, Clinton parte de nuevo como la favorita del Partido Demócrata, pero esta vez se ha rodeado de antiguos asesores de Barack Obama para evitar los errores que supusieron su derrota en 2008 a manos del actual presidente.

Su pasado como primera dama, senadora y secretaria de Estado le otorga cierto reconocimiento del que carecen otros candidatos, pero también sirve como munición para los republicanos.

Marco Rubio

De ello se ha aprovechado por ejemplo el senador republicano por Florida Marco Rubio, que la califica de “líder del pasado”. Hijo de inm