Una mujer de Georgia se sometió el martes pasado a una complicada cirugía de ocho horas para eliminar un tumor del tamaño de una pelota de playa gigante. Durante meses, Doris Lewis, de 59 años de edad, trató de buscar tratamiento contra el tumor que crecía en su vientre. Pero debido a que carecía de seguro de salud fue rechazada en múltiples ocasiones. Pero, si usted piensa que eso es malo, espere hasta escuchar la historia de Marcey Dicaro.
Inicialmente Dicaro pensaba que sólo había perdido su estomago plano. No fue sino hasta 2012 que se enteró de un tumor de 47 libras que se alojaba en su estómago.
También sin seguro, Dicaro intentó durante tres años buscar una manera de cubrir los gastos de la cirugía, pero también fue rechazada múltiples ocasiones. El pasado abril, Dicaro recibió un seguro medico gracias al Obamacare y finalmente fue capaz de someterse a una cirugía en la Universidad de Arizona.
Sin embargo, su condición había empeorado. El tumor de Dicaro, un liposarcoma masivo, había invadido su vena cava inferior - la vena más grande del cuerpo. Los médicos extirparon el tumor, pero había crecido tanto que casi destruyó la vena. Ella perdió a un riñón y su vesícula biliar durante la operación de diez horas.
En el caso de Doris Lewis, después de haber sido rechazada por cuatro hospitales de la zona, médicos del Hospital de la Universidad de Emory en Atlanta, a pesar de su no tener seguro, decidieron practicar la cirugia. El tumor de Lewis era tan grande que desplazó sus órganos internos, empujándolos hacia arriba y a la izquierda. El tumor estaba tan inflamado, que los médicos dijeron que estallo durante el procedimiento liberando entre 12 y 13 litros de líquido.