La guerra en curso de Michelle Obama contra la creciente obesidad ha producido su primera víctima, la venta de pasteles en las escuelas, gracias a una ley federal que tiene como objetivo frenar la obesidad infantil.
Las ventas de pasteles ahora tendrán que cumplir con las pautas nutricionales, lo que podría significar que los cupcakes y brownies dejarían de venderse. ¿En su lugar? Tarta de frutas y barras de granola.
Las restricciones que entraron en vigor en julio provienen de la Ley de Niños sin Hambre impulsada por Michelle y su campaña “vamos a movernos”, que renovó los estándares de nutrición para más de 30 millones de niños.
La ley también requiere al Departamento de Agricultura de Estados Unidos establecer normas para todos los alimentos y bebidas que se venden durante el día escolar, que incluye carritos de snacks, máquinas expendedoras y de recaudación de fondos.
Pero el problema es que las ventas de pasteles también caen bajo estos requisitos, por lo que los ponques, las barras de chocolate y brownies diran adiós, para dar la bienvenida a tartas de frutas y barras de cereales, que por cierto son también en su mayoría azúcar.
Los nuevos requisitos pueden incluso llevar a las escuelas a ofrecer aun mas alimentos procesados debido al hecho de que tienen el etiquetado nutricional. Más alimentos procesados, benéficos para la salud de los niños… Siii… Como no.