Rumanía ha expulsado a siete extranjeros sospechosos de tener vínculos con el grupo Estado Islámico (EI) y a Al Qaeda. Se trata de seis franceses y un tunecino. La sentencia, pronunciada el 31 de marzo, les daba diez días para abandonar el país, por lo que hoy se cumple el plazo.
Se les acusa de “actividades de propaganda islámica extremista de orientación yihadista (...), de reclutamiento ideológico para formación religiosa y militar en zonas de conflicto afectadas por el fenómeno terrorista”.
Los servicios de inteligencia los vigilaban desde 2013 y los consideraban una amenaza.
“Todas las acciones del Servicio de Inteligencia Rumano tienen lugar en el contexto más amplio de la prevención de ciertas acciones, como ataques terroristas, en el territorio de Rumanía”, ha explicado Sorin Sava, del Servicio de Inteligencia Rumano.
Los islamistas declarados persona non grata trabajaban en una fábrica de Satu Mare, desde la que se exporta carne a Francia. Los seis franceses como re