La caída del rublo tiene como víctimas indirectas a familias que contrataron hipotecas en moneda extranjera y ahora incluso se enfrentan a las autoridades del país por su desmesurado aumento. Una pacífica manifestación el domingo en la Plaza Roja de Moscú por parte de los afectados fue reprimida por la policía, que realizó una cincuentena de detenciones según los organizadores. En la pancarta de la protesta se podía leer: ‘Esclavos de las hipotecas en moneda extranjera’.
Se calcula que unos veinte mil hogares rusos suscribieron estos préstamos inmobiliarios en divisas externas, mayoritariamente en dólares.
“Nos echarán a la calle y, ¿dónde viviremos, en una tienda de campaña?”, denunciaba una manifestante mayor en silla de ruedas. “No hay otro lugar para vivir. No hay más parientes. No hay salida”.
Tras la intervención policial, el grupo se dispersó y se dirigió a una de las iglesias de la capital para rezar como consuelo. Y para llamar la atención sobre su dramática situación.