Las autoridades tunecinas han detenido a una veintena de sospechosos por su supuesta implicación en el atentado en el Museo del Bardo. Se cree que diez de ellos están relacionados directamente con el ataque, en el que murieron tres tunecinos y 20 turistas extranjeros y que fue reivindicado por el grupo Estado Islámico.
“Estoy muy triste y muy enfadado por lo que ha ocurrido, contra este acto terrorista que no tiene lugar en el islam y en la herencia tunecina”, ha declarado el líder del partido islamista moderado Ennahda, Rachid Ghannouchi.
Diez altos responsables de seguridad han sido relevados y el Ejército tunecino se ha desplegado en las principales ciudades del país.
Y mientras Túnez sigue investigando lo ocurrido, los cuerpos de los fallecidos llegan a sus países.
Este sábado han llegado a Roma los cuatro italianos muertos en el atentado de Túnez. El viernes por la noche llegaban a Barcelona los dos turistas españoles asesinados, y los recién casados que sobrevivieron