El Papa visita Nápoles y pide a los miembros de la Camorra que se conviertan y se dejen invadir por el amor y la justicia.
Lo ha hecho en le Vele, un edificio abandonado en el que a veces ni la policía se atreve a entrar en el barrio de Scampía, escenario de las luchas de la mafia local por el control del tráfico de drogas y la extorsión.
Francisco también ha criticado la corrupción sin ambages.
“La corrupción apesta y la sociedad corrupta apesta. Seguid adelante y limpiad vuestros espíritus, la ciudad y la sociedad para que la corrupción deje de apestar”.
Un día antes, el ministro italiano de transportes Maurizio Lupi había dimitido por una investigación sobre corrupción en contratos de obras públicas, aunque él asegura haber actuado correctamente.
El líder de la Iglesia Católica, que celebró una misa en la plaza Plebiscito, alentó a los jóvenes a no perder la esperanza y a oponerse con firmeza al crimen organizado. Pidió sueldos justos para los trabajadores y charló con