Según la Comisión de Taxis y Limusinas de la ciudad, la popular aplicación cuenta apenas cuatro años después de su llegada con más coches en Nueva York, 14.088, que taxis registrados, 13.587.

Sin embargo, los tradicionales vehículos amarillos trasladan a muchos más viajeros, 15 por cada uno que se sirve de Uber. Esto se debe principalmente a que los taxis suelen funcionar 24 horas al día con varios conductores, mientras que los coches privados cuentan con un único conductor, disponible para los usuarios unas 40 horas semanales.

La rápida expansión de Uber, presente en 250 ciudades en 50 países, se ha encontrado no obstante con un gran rechazo en otros países. En Alemania, la presión del gremio taxista ha llevado a la prohibición total por parte de la justicia de la actividad de sus conductores privados. Bruselas también ha sido escenario de grandes protestas para evitar su implantación y en Italia su máxima responsable llegó a ser amenazada.