Ni siquiera los centros médicos más avanzados y efectivos se salvan de la crisis. Los recortes públicos en sanidad en Italia están poniendo contra las cuerdas al hospital Sant’Anna, en Calabria, clínica especializada en el despertar de pacientes en coma entre las más respetadas del mundo.

Su nivel de éxito es un 20% superior a la media del país, gracias a tecnologías innovadoras que han cambiado la vida de familias como la de María, cuyo hijo estuvo en coma tras un accidente de moto.

“Día a día mi hijo va dando muestras de afecto. Cada caricia, cada abrazo, supone mucho. He estado cerca de mi hijo siete años y medio, y ha mostrado signos de recuperación. No habla, pero cuando me ve, me sigue con la mirada. Me abraza, come, me acaricia el pelo. Para mi, estos gestos de mi hijo son una alegría”, explica.

El hospital ha tenido que despedir a 50 miembros de su plantilla, que ahora cuenta con 200 personas. Para asumir los recortes, ha tenido además que adaptarse al tratamiento a di