Hace tiempo, el calendario no era de doce meses como lo es hoy en día, sino que contaba con 10 meses de 36 días cada uno. Al finalizar el año, se le agregaban 5 días para celebrar las fiestas. El año comenzaba en el mes de marzo, convirtiendo a septiembre en el séptimo mes, octubre en el octavo, noviembre en el noveno y diciembre en el décimo, pero en los tiempos del emperador Julio César, se reformó el calendario para que éste tuviera 12 meses de 30 o 31 días, incorporando enero y febrero. Los meses impares tendrían 31 días (marzo, mayo, julio, septiembre, noviembre y enero) y los pares tendrían 30 (abril, junio, agosto, octubre y diciembre).
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