Un chofer o chófer1 es una persona capacitada para conducir un vehículo de motor contratada para transportar a personas o mercancías. El chofer puede conducir su propio vehículo, o bien utilizar uno provisto por la persona u organización que lo contrata.
El origen de chófer se encuentra en la palabra francesa chauffeur que significa el que calienta, que a su vez procede del latín calefacere. En Francia, la palabra data del siglo XIX y se aplicaba también a los fogoneros de las locomotoras.2
Las funciones del chófer de pasajeros consisten en trasladar a las personalidades o visitantes comerciales o industriales de una empresa desde el punto de llegada, por ejemplo, el aeropuerto o estación de trenes, hasta el lugar de destino, por ejemplo, las instalaciones de la compañía. El chófer espera a sus clientes en un lugar acordado y, tradicionalmente, les abre la puerta tanto para entrar como para salir del vehículo.
En el caso de choferes de mercancías, deben llevar el vehículo desde el depósito de carga hacia el sitio donde debe llevar los bienes. Según el caso, el propio chofer se encarga de descargar los productos, los cargadores van de acompañantes en el vehículo, o los puntos de carga y descarga poseen sus propios cargadores.
Otras de las funciones del chófer consisten en mantener en buenas condiciones el coche, hacerle un mantenimiento periódico y hacerlo lavar antes de cualquier servicio.3 Nuevamente, esto puede ser responsabilidad de un empleado distinto al chofer.
Algunos chóferes trabajan a tiempo completo para una persona, sociedad o institución. En este caso se pueden utilizar para cualquier tipo de desplazamiento, incluso los más casuales, como ir de compras o realizar recados. Otros choferes de pasajeros pertenecen a empresas que alquilan el coche junto con el conductor, y se utilizan en circunstancias especiales como para agasajar a un visitante, acudir a un evento como una boda, asistir a un acto oficial, etc.4 En estos casos, el alquiler está asocia