Los artefactos explotaron con pocas horas de diferencia en una estación de autobuses y un aparcamiento en las ciudades de Potiskum y Kano, respectivamente.

No ha ha habido reinvidicación de los ataques, pero todo apunta a la secta islamista Boko Haram. Esta nueva ola de atentados se produce en medio de una operación multinacional liderada por Nigeria y Chad para combatir a los milicianos de Boko Haram en sus bastiones del noreste nigeriano de cara a las elecciones presidenciales del próximo 28 de marzo, que el líder del grupo terrorista prometió torpedear en un vídeo reciente colgado en Internet.