Esta mañana, los trabajadores del centro cultural dieron la voz de alarma tras encontrar una carta con mensajes relacionados con el ataque del fin de semana. Cerca de 30 policías acudieron para inspeccionar el lugar, aunque no han encontrado explosivos.

Copenhague continúa en alerta desde el sábado, cuando el joven identificado como Omar Abdel Hamid El-Hussein, de 22 años, irrumpió en un debate sobre la blasfemia y disparó a los asistentes. Mató a un hombre de 55 años y horas más tarde a un judío que vigilaba una sinagoga. La policía acabó con su vida poco después, cuando en su huida comenzó a disparar a los agentes.

Ayer, cerca de 30.000 personas se congregaron en una plaza cercana al centro cultural para enviar un mensaje de unidad y convivencia entre religiones. Al acto asistió la primera ministra danesa.

La música elegida para la concentración fue muy simbólica, “Nos tapan la boca y nos atan las manos”, una canción vinculada a la resistencia danesa frente a la ocupación na