En los siglos posteriores a la muerte de Iván, los historiadores han desarrollado distintas teorías al fin de comprender su reinado, no se puede negar que Iván el Terrible cambió la historia rusa, y su legado político y social aún persiste en la estructura del gobierno nacional.
Podría decirse que el legado más grande fueron los cambios políticos que promulgó sobre toda Rusia. En palabras del historiador Alexandr Yanov: los orígenes de la estructura política rusa provienen desde Iván el Terrible. La revolución política de Iván fue más allá en el progreso de alterar la estructura política de ese entonces. La creación de la Opríchnina (algo totalmente nuevo), fue una ruptura con el antiguo régimen que sirvió para quitarle poderío a la clase Boyarda y crear un estado más centralizado y menos oligárquico.
Parte de esa revolución incluyó cambios políticos a nivel ciudadano. Y a pesar de las antireformas que tuvieron lugar después de la muerte de Iván, sus cambios políticos resultaron ser duraderos a través de la historia. Aunque la idea de un poder central y un guardia como medio de control político fueron desechadas por lo sucesores zaristas, se reivindicaron en el gobierno comunista de Lenin y Stalin, quien elevó el poder policial sobre el poder del partido.
El legado de Iván también perdura en el ámbito militar. Las expansiones en Polonia, el mar Caspio y Siberia se prolongaron hasta el siglo XX. Las conquistas de Iván también repercutió en conflictos con Turquía por el control sobre el mar Negro y la península de Crimea que siguieron durante el gobierno Zarista a través de los siglos.
Por el contrario, el legado económico de Iván fue desastroso, lo que llevó al fin de la dinastía Rúrika y del fin del dominio Moscovita. Iván el Terrible heredó un estado endeudado, y las campañas no ayudaron. En un esfuerzo por más recaudación, Iván creó una serie de leyes impositivas que resultaron inútiles. Además las guerras sucesivas drenaron la nación, así como de hombres y r