Al menos cuatro personas han muerto esta mañana al centro de Donetsk tras un ataque de granadas de mortero contra varios objetivos, entre ellos una estación de autobuses.
La información fue proporcionada por un portavoz de los rebeldes prorrusos que controlan esta ciudad del este y surgen horas después de que el Gobierno ucraniano y los separatistas en Minsk acordaran un alto el fuego.
El martes el presidente ucraniano Petro Poroshenko se acercó a Kramatorsk, donde un ataque rebelde el martes dejó 16 muertos y más de 60 heridos: “Este incidente trata de detener las negociaciones de paz. Hay gente a la que le gusta la guerra, la prefiere a la paz. Hay gente que quiere tener influencia matando gente, haciendo la guerra, agrediendo a la pacífica Ucrania”, dijo Poroshenko. Cohetes rusos alcanzaron una zona residencial de esta ciudad, en territorio controlado por Kiev, situada a poca distancia del frente que mantiene el Ejército ucraniano con los rebeldes.
La tragedia sin aparente fin