Cuando durante la gala Beck estaba recogiendo el galardón al mejor disco del año, West subió al escenario, y parecía dispuesto a arrebatarle el premio al cantante. Algo similar a lo que hizo en la ceremonia de los Premios MTV de 2009, cuando le quitó el micrófono a Taylor Swift para reivindicar que el premio que le acababan de dar a esta debía ser para Beyoncé.