Meditar, según el zen, es la condición natural de la conciencia humana, capaz de comprender por sà sola el significado de su existencia, aun si esto ocurre a nivel del inconsciente. Esta percepción se interrumpe por la agitación o el interés en los asuntos particulares que absorben nuestra atención. La práctica de un sistema o rutina de meditación devolverÃa a la mente a ese estado básico y primordial.