El brutal asesinato a manos del Estado Islámico (EI) de Muaz Kasasbeh sigue marcando la agenda del rey Abdalá II de Jordania. El monarca se ha trasladado a Karak, la ciudad natal del piloto al que los yihadistas quemaron vivo en el interior de una jaula, para presentar sus condolencias a la familia.

Junto a él ha estado el primer ministro Abdullah Ensour. Varios aviones militares han sobrevolado la zona en homenaje a la víctima tras volver de una misión de la que no se tienen más detalles.

La macabra ejecución de Muaz Kasasbeh ha provocado una contundente respuesta de Jordania. El miércoles se aplicó la pena capital a dos yihadistas condenados. Además, el rey Abdalá II prometió librar una guerra contra el EI. El Ejército, que forma parte de la coalición liderada por Estado Unidos que bombardea posiciones de los extremistas desde hace unos cinco meses, también prometió venganza.