Cuando Monterrey presumía su pesca, el tiburón tuvo un último aliento de vida para darle una mordida al cuadro regio tan dolorosa como peligrosa.
En tiempo de compensación, un centro Daniel Villalva sirvió para techar a los centrales regios y para que Julio César Furch saludara a las redes desde el área chica, venciendo a un Juan De Dios Ibarra que nada pudo hacer.