Al menos quince civiles mueren en un ataque de artillería contra la ciudad de Mariúpol, al este de Ucrania.

La ofensiva, que también ha provocado al menos 46 heridos, se ha producido contra barrios residenciales de la segunda ciudad de la región de Donetsk, cuya capital es controlada por los rebeldes prorrusos.

Kiev culpa a los militares rusos y a milicianos afines. Los separatistas niegan cualquier responsabilidad.

Hasta ahora esta localidad de medio millón de habitantes se había librado de los estragos del combate.
Olvidada ya la tregua de diciembre, los enfrentamientos se multiplican tanto en esta región como en la de Lugansk, reclamadas por los rebeldes.

Más de 160 personas han muerto solo en los últimos nueve días según la ONU. Más de cinco mil desde el inicio del conflicto, en abril del año pasado.