El enésimo capítulo ha tenido lugar cuando el bloguero ha vuelto a violar su arresto domiciliario para ser entrevistado en la emisora Eco de Moscú. Durante la entrevista ha explicado que ha pagado 670 rublos (unos ocho euros) a la Administración rusa, por los desperfectos ocasionados en el brazalete electrónico que llevaba puesto para controlar sus movimientos.
Todo cuando este jueves el Parlamento Europeo tiene previsto debatir sobre la situación del líder opositor. Mientras sus seguidores preparan para finales de febrero una gran manifestación contra las autoridades rusas.
El caso es que una patrulla de la policía ha llegado, ha intentado identificar a Navalny que no llevaba su carnet de identidad, y tras una larga discusión, ha terminado detenido dentro de un coche patrulla camino de la comisaría. Más tarde, ha vuelto a ser trasladado a su domicilio para seguir cumpliendo la pena de de tres años y medio impuesta por varios delitos económicos.
Su hermano Oleg, procesado por lo