Se acabaron los salarios irrisorios. El gobierno alemán quiere que todo aquel que trabaje a tiempo completo pueda vivir de su sueldo y, para ello, decidió introducir un salario mínimo de 8,50 euros la hora. Pero, ¿qué hay de las empresas? ¿Cumplen con sus trabajadores pero suben a cambio los precios? ¿O se las ingenian para eludir la ley? Hecho en Alemania investiga la situación.