Es una clasificación en la que nadie querría figurar: el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados ha publicado las conclusiones de su informe anual. Por primera vez, los sirios se han convertido en el mayor grupo al que el Acnur presta asistencia, superando a los afganos. Los palestinos refugiados en Oriente Próximo no están considerados en esa estimación debido a que de ellos se ocupa un organismo especial de la ONU.

El pasado junio había más de tres millones de refugiados sirios, pero en los últimos meses esa cifra habría aumentado en casi un millón. 200.000 personas han muerto en la guerra civil que desgarra Siria desde hace 4 años. 2014 fue el más sangriento con 76 mil muertos. Cada vez más sirios eligen el exilio.

Acogidos con los brazos abiertos por los países vecinos al principio, mucho menos cuando el flujo se hizo masivo, el Líbano es el principal país de acogida de refugiados sirios con un millón cien mil refugiados registrados, el equivalente a una carta parte de su población.

La llegada masiva de refugiados ha provocado un descenso de los salarios y ha disparado al mismo tiempo los precios de los alquileres. Además, la mayoría de los refugiados son musulmanes suníes, lo que amenaza con romper el frágil equilibrio confesional en el país. Desbordadas, las autoridades libanesas decidieron a principios de semana limitar la entrada de sirios en el país imponiéndoles visados.

Una iniciativa sin precedentes en el Líbano considerada preocupante para el Acnur, que ha lanzado un sos a la comunidad internacional.

Antonio Guterres. Alto Comisario de Naciones Unidas para los Refugiados:
“Creo que estas medidas deberían llevar a la comunidad internacional a aumentar de manera significativa su apoyo a los países de acogida, incluido el Líbano, para ayudarles a hacerse cargo de este reto enorme.”

Las seis categorías de visados limitan el tiempo de estancia. Cada permiso requiere documentos específicos, como una reserva de hotel y mil dólares para un visado turístico, o una promesa de trabajo de una empresa libanesa. Las medidas no afectan a los sirios registrados ya en el Acnur, pero los otros podrían ser expulsados.

Con el invierno golpeando ya con dureza, el Acnur teme que otros países que comparten frontera con Siria sigan el ejemplo libanés y que miles de refugiados se queden bloqueados en tierra de nadie.