Cada vez son más los migrantes subsaharianos que intentan cruzar la frontera hispano-marroquí para abrirse un camino en Europa. Para ello, los migrantes deben saltar una valla de seis metros de altura, altamente vigilada por efectivos de la policía de España y Marruecos, y en donde son objeto de constantes violaciones a sus derechos humanos. teleSUR