Venezuela sigue plantando cara a las presiones del Gobierno estadounidense. Las recientes sanciones, que afectan a una 50 de altos cargos venezolanos por supuestas violaciones de los derechos humanos, han encontrado una contundente respuesta del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Una ley tramitada desde hace meses por el Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos, impulsada tanto por dirigentes republicanos como demócratas, finalmente ha sido aprobada.
El documento, firmado por el presidente de EE.UU., Barack Obama, incluye la prohibición de acceso a visados de entrada a EE.UU., y la congelación de bienes que pueden tener en ese país a personas que se consideran implicadas en la represión de las manifestaciones que hubo en los primeros meses de este año.
El mandatario venezolano ha asegurado que la revolución bolivariana no se dejará atemorizar por las amenazas y las sanciones del Gobierno estadounidense.
Las reacciones internacionales no se han hecho esperar. El pueblo de Venezuela cuenta con el apoyo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), el Mercado Común del Sur (Mercosur), el grupo de los 77 países en desarrollo más China (G77+China), y el Movimiento de Países No Alineados, para los que estamos ante una evidente muestra de intervencionismo mundial.