Con ceremonias como esta que ha tenido lugar en Indonesia, en Banda Aceh, la ciudad más próxima al epicentro que desapareció engullida por olas gigantes.
Tan sólo en esta zona murieron 170.000 personas. Uno de los pocos edificios que quedó en pie fue la mezquita: “Espero que Alá lleve a los hermanos y hermanas del Islam fallecidos a un mundo mejor, porque él los ha llamado para estar a su lado”,
Otra de las zonas más afectadas fue la costa oriental de la India. Los pescadores han vuelto a hacerse a la mar pero sus vidas no han cambiado nada como explica Ammaponnu, una pescadora de Madrás: “Como consecuencia del tsunami perdimos a nuestros hijos, a nuestros vecinos y todo lo demás. El gobierno ha intentado ayudarnos pero nada ha funcionado. Seguimos siendo pobres y oprimidos”, comenta la mujer.
El litoral del estado de Tamil Nadu ha recuperado la normalidad pero la tragedia sigue siendo un lastre para gran parte de sus habitantes.