La primera gran nevada del año ha llegado a lo grande, cubriendo de blanco la capital rusa.
La agencia de meteorología de Moscú ha informado de que se han alcanzado 20 centímetros de nieve en tan solo 24 horas. A pesar de los menos de diez grados bajo cero, algunos no han dudado en salir a las calles.
“Es muy divertido. Un áuténtico invierno y un verdadero Año Nuevo”, exclamaba una mujer que se divertía con su hijo en la nieve.
“Para un clima de celebración del Año Nuevo la nieve ha llegado a tiempo. En realidad hay muy buen ambiente, es lo que muchos han estado esperando”, explicaba un ciudadano.
Los turistas parece que también lo han disfrutado, como explica una francesa:
“Es maravilloso, un gran día para los turistas, con la nieve. Maravilloso”.
Pero la otra cara de esta gran nevada ha sido cómo ha afectado a los transportes. La nieve ha provocado atascos kilométricos y los que se afanan por quitar la nieve de las calles no dan abasto.
Los tres principales aeropuertos moscovitas han sufrido retrasos y cancelaciones en cientos de vuelos.