Con la mediación de Moscú y de la OSCE, los representantes del Gobierno ucraniano y los separatistas prorrusos intentarán poner el punto final a un conflicto que desde hace meses divide el país.
“Es importante cumplir los acuerdos de Minsk. En la capital bielorrusa se reúne el grupo de contacto pero eso no es lo importante. Lo que importa de verdad son las decisiones. Nos tienen que dejar llevar nuestra ayuda humanitaria al este, implementar los protocolos del acuerdo y que abandonen el suelo ucraniano para estabilizar poco a poco la situación en el país”, decía el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk.
Tras el alto el fuego pactado en este mismo escenario en septiembre y que ninguna de las partes respetó, hay varios asuntos sobre la mesa. El principal es el intercambio de prisioneros pero también hay otros puntos importantes como el alejamiento de armamento pesado en la línea de contacto o el fin del bloqueo económico en el este.