El expresidente estadounidense, de 90 años, permanecerá en observación como medida preventiva.
Bush ya conoce este centro, el Hospital Metodista de Houston. En noviembre de 2012 estuvo aquí ingresado casi dos meses por complicaciones en una bronquitis. Su estado de salud era tal que los médicos llamaron a la familia temiéndose lo peor, pero el exmandatario salió adelante.
A pesar del Parkinson y de ir en silla de ruedas, Bush no ha abandonado su vida social. El mes pasado hizo dos apariciones públicas y celebró su 90 cumpleaños con un salto en paracaídas, algo que se ha convertido en una tradición y que celebra cada lustro desde que cumplió los 75.