Ante los riesgos de ataques terroristas o desastres naturales, los países europeos se imaginan los peores escenarios y las posibles respuestas.

Si los esfuerzos van en la dirección correcta y, según ha explicado el experto de la OTAN Jamie Shea, “los servicios de inteligencia son ahora más eficientes y capaces de frustrar complots y planes terroristas,” sin embargo, la seguridad no está totalmente garantizada. Ni mucho menos. “Ningún país está realmente preparado”, explica el experto en gestión de crisis Luc Rombout. “Desde el punto de vista operativo”, continúa, “en caso de un desatre importante hay que reaccionar de inmediato.

En Europa se organizan ejercicios en los que se hacen simulaciones de ataques terroristas para compartir conocimientos y prácticas nacionales.

Desde Estocolmo, Helena Linber, Directora General de la Agencia Sueca de Contingencias Civiles, (MSB)considera que Europa necesita “la coordinación y la cooperación”. En el caso de que hubiera un gran ataque que afectara a varios países la coordinación sería más compleja.