El fuselaje ha sido trasladado a bordo de camiones hasta la base aérea de Gilze-Rijen. En el exterior, esperaban familiares de las víctimas, críticos con el retraso de la investigación. La semana pasada, un grupo pidió a la ONU que tome las riendas de las pesquisas sobre las causas de la catástrofe del vuelo MH17.

El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, ha vuelto a culpar a Moscú de lo ocurrido: “Todos nosotros hemos olvidado el caso del MH17, en el que 300 víctimas inocentes murieron golpeadas por terroristas que estaban equipados por Rusia, armados por Rusia, formados por Rusia y, lo más probable, recibieron órdenes de Rusia y abatieron el avión de pasajeros”.

Moscú siempre ha desmentido las acusaciones y ha culpado a su vez al Ejército ucraniano.

Las piezas llegadas a Holanda servirán para reconstruir la aeronave. Se espera que esto ayude a esclarecer lo ocurrido en julio pasado, cuando el avión de Malaysia Airlines fue derribado en el este de Ucrania, con 298 personas a bordo. La mayoría eran holandesas.