En China, un tribunal condena a muerte a ocho personas acusadas de haber participado en dos ataques en los que murieron 46 personas.
Éstos tuvieron lugar en la pasada primavera en la región de Xinjiang que alberga a la minoría musulmana uigur.
Más de 400 personas han muerto en los últimos 20 meses en relación a la causa independentista en Xinjiang.
Pekín acusa a los separatistas de recibir apoyo extranjero, mientras que los abogados de varios activistas de la minoría uigur aducen que ésta se siente reprimida por el gobierno en manos de la mayoría han.
Otras cinco personas han sido condenadas a cadena perpetua.