Sandra está de novia con un marino y vive en casa de su suegra. Como es medio loquilla, aprovecha las ausencias de su hombre para salir de carrete. Pero una noche conoce a un monumento argentino que rápidamente la seduce. La química da paso rápidamente a la pasión. Sandra jura no darle mas bola al che, pero el deseo arrasa con sus convicciones obligándola a engañar a su novio y de paso a su suegra, que conoce mas que en profundidad al galán argentino.