El presidente de Kenia iba a ser juzgado por presuntos crímenes contra la humanidad, pero la responsable de la Fiscalía, Fatou Bensouda, ha tomado la decisión ante la falta de pruebas para comenzar el proceso. Ante todo ha lamentado la falta de colaboración del gobierno de su país.

“Diría que los keniatas estamos contentos. Nuestro presidente regresa a casa. Es libre y ahora puede concentrarse en su trabajo”, decía una residente de la capital, Nairobi, mientras otro respondía: “Es bueno que los jueces hayan buscado evidencias y hayan visto que los cargos no se sostienen. Es bueno también que la retirada de cargos haya sido iniciativa de la propia Fiscalía”

La Fiscalía, que se reserva el derecho a presentar cargos de nuevo en el futuro si lo considera oportuno, acusaba a Kenyatta de haber organizado y financiado en 2007, cuando era viceprimer ministro y titular de Finanzas, las turbas que protagonizaron una gran ola de violencia postelectoral causando unos 1.300 muertos y más de 600.000 desplazados.