El abandono escolar es un problema grave en muchos países. Sin embargo, existen métodos innovadores para que los niños sigan en el colegio, contentos y motivados. El principal objetivo de estas iniciativas es garantizar que los pequeños dispongan de todos los instrumentos para asegurarse un futuro mejor.
En Rumanía hacemos nuestro primer alto en el camino. Según datos oficiales de la Unicef al menos 1.500 menores viven en la red de alcantarillado de su capital, Bucarest. Una Organización No Gubernamental (ONG) llamada Parada, intenta reinsertar a los jóvenes fomentando su alfabetización y su formación profesional a través del circo. Su fundador, es el artista francés Milou Oukili, quien recibió precisamente el premio Unicef en el año 2.000 por su trabajo con los niños.
México es el país que tiene la mayor tasa de abandono escolar entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Sólo el 65% de sus ciudadanos tiene finalizada la primaria y apenas un 46% han superado el bachillerato. La empresaria alemana Christel DeHaan fundó a finales de la década de los noventa un centro pionero en Ciudad de México, la ‘Christel House’ que ofrece educación gratuita de alto nivel para los hijos de las familias más vulnerables. Exige a sus alumnos un índice de asistencia del 95% y una nota media de 7,5 puntos.
Nuestra última cita, en esta edición de Learning World, nos lleva hasta el Reino Unido. En el distrito de Margate, todos viven desde niños con el estigma del desempleo. No en vano, es la región con el mayor índice de paro de todo el país que alcanza el 20%. Hace tres años el profesorado de las dos escuelas públicas apostó todas sus cartas a un nuevo diseño curricular, el conocido como Bachillerato Internacional (IBCC) que combina asignaturas tradicionales, caso de las matemáticas, con otras materias como la antropología. Todo para motivar a los alumnos. La iniciativa ya está dando sus primeros frutos.