El Senado ha aprobado una serie de medidas que incluye la reintroducción de los visados de protección temporal para desplazados en una votación en la que el Gobierno conservador logró el apoyo de los independientes tras complacer su demanda de liberar a los menores recluidos en un centro de detención para inmigrantes.
“Estoy abrumada y mucha gente en este país se sentirá abrumada. Utilizar a niños como rehenes no está bien, y únicamente un sociópata lo haría”, criticaba Sarah Hanson-Young, senadora por el partido de los Verdes.
Este visado permitirá a los refugiados residir y trabajar un máximo de tres años y gozar de los beneficios de la seguridad social aunque no se podrá hacer permanente ni permitirá la reunión familiar.
Además, Australia abrirá sus puertas a 7.500 desplazados más en los próximos cuatro años, hasta un total de 18.750. Con ello se espera reducir el número de extranjeros que llegan de forma ilegal tras ponerse en manos de traficantes.
“Aprobando esta ley, no sólo el Gobierno ha mandado un fuerte mensaje a los traficantes de personas para poner fin a su negocio. También ha enviado un mensaje claro desde el Parlamento australiano que nos permitirá reforzar nuestras fronteras”, declaraba Scott Morrison, ministro de Inmigración.
Con el nuevo texto no obstante se podrá repatriar a los refugiados si la situación en su país ha mejorado y amplía los poderes a las autoridades para devolver a los barcos de inmigrantes a sus puntos de origen antes de que lleguen a tierra.