Vladímir Putin asegura que las sanciones son un estímulo para la economía rusa. También que si no hubiera estallado la crisis en Ucrania, Occidente hubiera buscado otra excusa, porque Rusia se ha convertido en un país demasiado fuerte para algunos. Lo ha hecho durante el discurso del estado de la nación que cada año ofrece el presidente ruso ante el Parlamento en pleno.
Putin ha señalado que está en la mano de cada uno de los rusos potenciar sus capacidades y ayudar a la economía del país, para lo que pretende desarrollar y modernizar la industria nacional. Ha insistido en trabajar por una independencia económica. Disminuir la inflación hasta el 4% y aumentar el desarrollo son algunas de las claves para tener éxito.
En cuanto a la debilidad del rublo, Putin ha afirmado que el Banco de Rusia tiene la situación bajo control. Ha propuesto que el Banco de Rusia y el Gobierno trabajen juntos para evitar especulaciones. “Hay instrumentos para evitarlo y debemos usarlos”, ha dicho.
En cuanto a la seguridad internacional ha asegurado que Rusia es un país “fuerte” y tiene “confianza” en sí mismo. También que Rusia no va a entrar en “una guerra armamentística”.
Sobre Ucrania, ha destacado que Rusia siempre ha respetado su libertad y soberanía, subrayando que, contrariamente a la Unión Europea y Estados Unidos, Moscú ha ayudado mucho a Ucrania, sobre todo económicamente. Putin ha dicho que Occidente debe ayudar “concretamente” a Ucrania en vez de ofrecerle “promesas vacías”.
Putin ha afirmado que Moscú no va a quedar aislado y está trabajando para ofrecer al mundo la verdadera imagen de Rusia y no la falsa que ofrecen muchos países, señalándolo como el país agresor.