Desde que ganó las elecciones en septiembre en minoría sabía que no sería fácil, de hecho Stefan Lofven tenía otra opción, dimitir, pero ha optado por hacer caer la responsabilidad en la oposición de centroderecha que ha vetado las políticas de la minoría socialdemócrata en el Parlamento.
La ultraderecha, que obtuvo cerca del 13 % de los votos en los
pasados comicios, justificó su postura porque fue excluida de las
negociaciones previas y reclamó un cambio en la política de
inmigración sueca, una de las más abiertas de Europa.