A pesar de que la misión de la organización transtlántica finalizaba este año, la Cámara Baja del Parlamento del país asiático ha decidido por abrumadora mayoría mantener el apoyo extranjero. Unos 12.000 militares continuarán en el territorio para apoyar a las fuerzas locales.

“Creo que esto es muy importante para el futuro de Afganistán. Si quiero que mis hijos y otros millones de niños vivan en prosperidad, necesitamos una fuerte colaboración entre Afganistán y Estados Unidos”, destacaba la diputada afgana, Shukria Barekzai.

“De los 26 artículos del acuerdo, 22 violan nuestra religión, nuestra soberanía y los derechos fundamentales de los ciudadanos”, denunciaba por su parte el diputado, Abdul Satar Khawasi.

La decisión se produce en medio de una nueva ofensiva talibán en Afganistán. A pesar de que en un principio las tareas de los militares iban a ser solo de asistencia, hace dos días el “New York Times” aseguraba que el presidente estadounidense, Barack Obama, había dado una “orden secreta” para que las tropas tuvieran un “papel directo en el combate”.