Moscú acusa a los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) de tratar de ayudar a las autoridades de Kiev. Dice que sus informes no incluyen “los innumerables casos de violación por parte de los militares ucranianos”, de los acuerdos de Minsk y del derecho humanitario internacional.

La OSCE ha dado detalles de como fueron atacados sus drones para esconder la llegada de refuerzos desde Rusia, sin señalar a nadie.

“La misión especial de vigilancia de la OSCE vio tres convoyes en el territorio controlado por los rebeldes, pero no pudo verificar su origen”, ha declarado el subdirector de la misión de la OSCE en Ucrania,Alexander Hug.

Según Occidente, los rebeldes prorrusos están obstaculizando deliberadamente el trabajo de los observadores en la frontera para ocultar la llegada de tropas y armamento pesado desde Rusia a la zona de conflicto en el este de Ucrania, señalada por la OSCE y confirmada por la OTAN. Acusaciones que Moscú sigue negando.

La ONU teme un retorno a la “guerra total”. Washington y Moscú han pedido una nueva ronda de negociaciones en Minsk.