Uno de los grandes faraones vuelve a recibir a sus admiradores. La pirámide y la esfinge de Micerino están de nuevo abiertas al público. Los trabajos de restauración han llegado a su fin después de tres años de mejoras en la tumba del faraón y de dos meses en la esfinge, aunque no serán las únicas novedades. También se han reparado otras tumbas.
“La explanada de la esfinge se ha abierto por primera vez a los visitantes tras la restauración del cuerpo, el cuello y la parte lateral izquierda. Al mismo tiempo, también abrimos por primera vez el templo del rey Amenhotep II”, decía el ministro de Antigüedades egipcio, Mamdouh el-Damaty.
La restauración de la pirámide y la esfinge de Micerino ha incluido un tratamiento contra la salinidad, la sustitución de piezas agrietadas y la instalación de refuerzos. El complejo es una de las tres grandes obras arquitectónicas de la meseta de Guiza, junto con las pirámides de Keops y Kefrén.