Los acontecimientos de 1989 marcaron al cantante de los Skorpions, Klaus Meine, quien compuso una canción que sería luego la más exitosa de su carrera. "Winds of change" fue en 1991 número uno en los charts de once países europeos y el sencillo más exitoso de la historia alemana de música pop. Esta canción se convirtió en la banda sonora de la caída del Muro y el final de la Guerra Fría.