A mi padre, José Parmenio,
quien me enseño el camino.
Partiste cuando apenas empezaba a deslumbrar el día
Partiste en busca del Creador
Partiste en busca de tu destino final
Partiste con la sonrisa triste del que se va.
Te fuiste y no te has ido Padre mío! ! !
Cuando me miro al espejo, te encuentro en ese mundo
virtual acompañándonos con tu sabio silencio
Cuando levanto los ojos hacia el cielo
buscando a Dios.
Te encuentro como una estrella que baila y canta
acompañado de su vieja guitarra
salmos de alabanzas al divino Creador.
Cuando miro a mis hijos, te veo a ti a través de ellos.
Padre te fuiste y no te has ido! ! !
Cuando contemplo a mi madre.
virgencita de cabellos canos
en la soledad de la tarde,
y la oigo hablar con alguien que solamente su corazón conoce.
Sé, que eres Tu.
El que todavía le envía ramos de rosas invisibles
y le compone versos de amor en la tibieza de los atardeceres.
Padre te fuiste y no te has ido! ! !
Porque al partir solamente fuiste a preparar el camino
que tendremos que andar algún día.
Padre te fuiste y no te has ido! ! !
Vivirás eternamente con nosotros hasta el final del camino,
ENRIQUE ALBERTO HURTADO MINOTTA
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