La empresa de ferrocarriles alemanes no ha conseguido deternarla tras el rechazar el tribunal laboral de Fráncfort el recurso interpuesto por ella, al considerar que el paro no atenta contra la paz social y que las exigencias de los trabajadores no son ilegales. La huelga se extenderá hasta el lunes.
“La Deutsche Bahn debería haber reaccionado antes para alcanzar un acuerdo y evitarnos esta huelga, los sindicatos tienen derecho a convocar huelgas. Otra cuestión muy diferente es la lucha entre ellos por tener influencia”, asegura Ohne Namensnennung.
“El primer día me dije, bueno tienen derecho de hacer huelga, pero creo que ahora exageran”, comenta Jakob Wachinger.
Esta huelga sin precedentes desde 1945 afectará a las conmemoraciones de la caída del Muro de Berlín este fin de semana.
Normalmente, en Alemania, los sindicatos forman coaliciones para negociar con las empresas y evitar así paros como éste.
Esta vez, el sindicato de conductores de trenes ha preferido llevar a cabo sus reinvindicaciones salariales por separado.
Más de cinco millones y medio de alemanes cogen el tren cada día y una quinta parte del transporte de mercancías va sobre raíles.