La vigilancia y el control aumentan en Jerusalén tras los enfrentamientos entre palestinos e israelíes. La presencia de militares en la ciudad se ha incrementado después de un atropello en el que murió un soldado israelí, otro en el que otros tres resultaron heridos y la irrupción de fuerzas de Tel Aviv en el tercer lugar sagrado del Islam.

A este último hecho se ha referido el primer ministro turco Recep Tayip Erdogan. “Está acción bárbara de Israel es imperdonable y no podemos permanecer callados ante estos acontecimientos. Tenemos que dar todos los pasos necesarios a nivel internacional.”

Soldados israelíes lanzaron granadas de estruendo el miércoles en la mezquita Al Aqsa para aplacar las protestas por la presencia de judíos ultranacionalistas en el lugar. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha asegurado que mantendrá las reglas que impiden a los judíos rezar en la Explanada de las Mezquitas, a pesar de los incidentes del día anterior.