Lo ha hecho este domingo, en unos comicios no reconocidos por Occidente y que Ucrania ha declarado ilegales.
El líder separatista Alexander Zajárchenko, de 38 años, recibió el apoyo mayoritaro en la región de Donetsk, mientras que Ígor Plotnitski obtuvo una clara victoria en Lugansk.
Varios países europeos se han mostrado en contra de estas elecciones separatistas y tanto Europa como Estados Unidos aseguran que atentan contra los acuerdos de Minsk.
Los ciudadanos quieren un diálogo para mantener el frágil alto el fuego en la zona.
“Por supuesto, ambas partes deberían mantener conversaciones para que haya paz y tranquilidad. Porque no hay otra forma y no se puede conseguir nada por medio de la guerra”, opina un ciudadano de Donetsk.
“¿Sabe cómo es en Cisdniéster? ¿Qué haremos cuando no seamos reconocidos por nadie? No tendremos acceso a nada y tengo miedo de que nos pase eso. Eso es lo que más temo”, dice otro.
Rusia, por su parte, ha manifestado que respeta los resultados de las elecciones y la voluntad de los habitantes del este de Ucrania. Moscú ha pedido la apertura de diálogo entre el Gobierno ucraniano y los líderes de Donbass.
Más de un millón de personas han participado en los comicios. El censo de ambas regiones antes de la guerra superaba los siete millones.