Aumenta la violencia en Jerusalén. La Policía israelí cerró todos los accesos a la Explanada de las Mezquitas, donde se encuentra la venerada mezquita de Al Aqsa, el tercer templo en importancia para el islam tras La Meca y Medina.
Es la primera vez que la explanada es cerrada al rezo musulmán en más de 40 años. Para el presidente palestino Mahmud Abbas se trata de “un acto de guerra”.
El cierre se produce tras un atentado contra un rabino ultranacionalista y la muerte de su atacante. La decisión del cierre fue tomada por el primer ministro Benjamin Netanyahu que aseguró: “La comunidad internacional debe acabar con su hipocresía y tomar medidas contra los provocadores, contra los que tratan de cambiar el status quo”.
Para Shawki Aleessa, ministro de Asuntos Sociales palestino, “Lo que está pasando ahora en Jerusalén, por supuesto que va a tener una reacción por parte de las víctimas. Ellos lo saben y quieren aumentar la tensión. Creemos que la única manera de actuar es aplicar el derecho internacional, poner fin a la ocupación, esto va a resolver el problema, porque tenemos que abordar la raíz del problema”.
La policía israelí mató a tiros en la mañana del jueves a un palestino, presunto yijadista, autor del asesinato frustrado de un destacado rabino ultraderechista en Jerusalén Oeste.