La Fiscalía pide la pena de muerte para el capitán del ferry surcoreano que naufragó el pasado abril, accidente en el que perdieron la vida 304 pasajeros, la mayoría adolescentes.
Se acusa a Lee Joon seok, de 68 años, de homicidio por negligencia grave. Para los otros catorce miembros de la tripulación se han pedido entre quince y treinta años de cárcel.
El juicio, celebrado en la ciudad de Gwangju, al suroeste del país, se ha desarrollado entre la indignación de los familiares de las víctimas.
“Como madre, tengo que saber por qué murió mi hijo, tienen que desvelar la verdad. Mitigar el dolor por la injusta muerte de mi hijo revelando la verdad. Nosotros, los padres, queremos que a los tripulantes se les aplique el máximo castigo”.
El Sewol se hundió el pasado 16 de abril durante el trayecto entre Seúl y la isla de Jeju. Según los testigos, los tripulantes abandonaron el barco después de ordenar a los pasajeros que permanecieran en él.
Aunque se siguen pronunciando penas de muerte en este país, no se ejecutan desde 1997.
La sentencia se conocerá a mediados de noviembre.